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Pádel en la empresa: el fracaso refuerza al profesional

28/06/19
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“Toda empresa debería tener un deportista, o varios, en su equipo humano, porque un deportista está acostumbrado a competir y eso implica victorias, pero muchas más derrotas”, afirma Mariano Pistoia, un apasionado del pádel que cree firmemente en que el fracaso refuerza al profesional y que el pádel en la empresa es un «must».

 

Durante mucho tiempo, la valoración de las personas en el plano profesional se basaba en el éxito de las “empresas” que acometía. El fracaso no era un factor tenido en cuenta a la hora de valorar a un profesional, incluso era un factor que incidía de forma negativa en dicha valoración. Pero los tiempos están cambiando y hoy en día, muchas empresas buscan perfiles que puedan demostrar que acometieron en su vida algún proyecto, fracasaron al llevarlo a cabo y salieron reforzados en el proceso. Porque en las empresas se producen fracasos de mayor o menor envergadura que el equipo humano ha de saber superar.

 

Que el aprendizaje de la gestión del fracaso se produzca en el ámbito laboral puede ser muy costoso, pero no lo es tanto si se produce dentro de una pista de pádel. Los aficionados a este deporte están habituados a superar la frustración que suponen las derrotas y seguir adelante.

 

¿Has pensado en promover, entre tu equipo humano, torneos de pádel que, además, incidirán en su cohesión?

 

Además, los beneficios asociados al fracaso no son los únicos que se aprenden en una pista de pádel. Paciencia, compañerismo, sacrificio, capacidad de análisis, agilidad mental y poder de decisión son otros valores que los aficionados al pádel trabajan en su práctica deportiva y que repercuten en sus desempeños profesionales.